Las Habas,
nombre común para la Vicia faba, es una leguminosa anual que se coloca en el huerto
en la sementera pues resiste bien los fríos invernales y a la llegada de la
primavera aprovecha las temperaturas frescas para desarrollar su fruto, una
vaina, con sus semillas que recogidas en tierno resultan muy sabrosas sobre
todo si la planta no ha pasado sed, y no tienen amargor, cosa que algunos
años sucede.
Para sembrar
las habas es necesario previamente haber trabajado la tierra, para ello
aprovechamos que la helada ha despejado buena parte del huerto, pues los restos
de los tomates, pimientos, judías, calabazas, se han quitado para el montón de
compost. Para el trabajo de la tierra nada mejor que una motoazada. La mía es
de tamaño mediano, por lo que la tarea se realiza con más facilidad que si hay
que coger la azada, y darle la vuelta al terreno.
Pero el
cultivo de habas va a ser de dos tipos, por un lado las habas de producción de
habitas verdes para la primavera, que nos gustan. Por otro lado para la
producción de abono verde, pues he leído por algún sitio que las habas son
especialmente adecuadas para ayudar a enriquecer la tierra, facilitando con sus
raíces el trabajo de niveles más profundos de la tierra, y enriqueciendo
esta con sus aportes de nitrógeno. Por otro lado contaba con semillas de otros
años que me van a permitir hacer esto.
Para ello
una vez labrada la tierra, a la que le habremos aportado algo de abono, en el
caso de la producción de habitas tiernas, pero no demasiado, y ninguno en el
caso del abono verde. Procedemos a realizar los sucos.
Entiendo que
hay personas dignas de admiración que cuidan las distancias entre las plantas,
de forma casi milimétrica, pero no es mi caso. La azada suele ser la referencia
que empleo en la distancia entre los sucos. Así realizo una pasada
abriendo el suco, coloco en el mismo la semilla, y a continuación otra
pasada para cerrar el suco. Iniciando posteriormente suco nuevo con
semillas en él. Cavo primero en una dirección y luego retorno desde allí
en dirección contraria, abriendo y cerrando el suco. Los sucos se separan en
función de mi voluntad, dependiendo del cultivo, unos 25 cm en este
caso.
Las semillas
suelen sembrarse separadas entre 20 – 30 cm, y si fuera siembra de
primavera pondría dos semillas en cada montón pero al ser siembra para el
invierno, y teniendo en cuenta que el hielo muchos años las machaca, pondremos
tres semillas por montón.
Las semillas
de habas son una maravilla energética, por lo visto están muy valoradas por los
criadores de caballos, así como en el pasado las empleaban en los momentos en
que las vacas estaban criando y produciendo leche pues aumentaban la cantidad
de la misma que la vaca daba. Es por ello que en primavera realizaremos algunos
experimentos con germinados usando las habas, no se que tal pueden resultar