La Cosecha


 Parte de la cosecha, Huerta del Asilillo
Es importante elegir el mejor momento para recolectar las hortalizas y frutos para consumo.
Salvo las que dejamos para producir semilla, que requieren más tiempo en la mata y conviene que estén bien formadas y excepcionalmente maduras. Todas las demás procuraremos cosecharlas en su momento óptimo de maduración, porque si los dejamos en la planta pueden pudrirse sería el caso de los tomates estropeando el resto. También sucede que cuando los frutos se desarrollan demasiado, las plantas "creen" que ya han asegurado su descendencia y dejan de florecer y de cuajar o dar más frutos, es el caso de calabacines, judías, pimientos o berenjenas. Por ello, para mantener una producción continuada, es preferible cosechar (aunque no nos haga falta) todo fruto maduro o plenamente formado (a excepción de los guardados para semilla), así como toda hortaliza espigada lechugas, coles, rabanitos, zanahorias  y, tras triturarlos un poco, echarlos al montón de compost o darlos a las gallinas (a excepción de las destinadas para guardar semillas).